Luis
Antonio Bigott
Maestro venezolano, pedagogo y militante
revolucionario. Nació
en la goleta “La Mano de Dios”, en un caño del gran Río
Orinoco, el 7 de noviembre de 1938. Se vino a Caracas con su madre,
Carlota, en 1950 cuando él apenas contaba con 15 años de edad.
Resistió contra Marcos Pérez Jiménez desde la juventud de Acción
Democrática y aprendió la disciplina en su tránsito por el Partido
Comunista de Venezuela. De la escuelita rural de El Mácaro pasó al
Instituto Pedagógico de Caracas y luego a la Facultad de Ciencias de
la Universidad Central de Venezuela. Después llegó a la Escuela de
Educación donde fundó la Asociación de Estudiantes de la Escuela
de Educación.
Se
maneja una iniciativa que se introducirá ante la Asamblea Nacional
Constituyente
una
propuesta para decretar el 7 de Noviembre como día de la pedagogía
nacional.
Decía
Unamuno que hay seres sin cuya presencia en este mundo “la
humanidad quedaría incompleta”. Luis Bigott es uno de esos seres.
Dedicó su vida a hacer el bien. Era un hombre sensible ante las
penurias de los otros. Vivió una infancia pobre y muy rica en
experiencias. Desde niño comprendió que como dijera Ignacio Martín
Baró “hay verdades que sólo desde el sufrimiento o desde la
atalaya crítica de las situaciones es posible descubrir”. Siempre
insistía en que somos seres “sentipensantes”, personas que como
decía Fals- Borda “combinamos en todo lo que hacemos razón y
pasión, cuerpo y corazón”.
Por esos
motivos, su primer trabajo como maestro lo quiso desempeñar en una
escuela del interior del país, en el Mácaro estado Aragua. Daba
clases a niños muy pobres. Eran 17 en total, de los cuales cinco
iban descalzos. Y como él venía del mundo de la pobreza se
identificaba con la pobreza de ellos. Siguiendo las enseñanzas de
Simón Rodríguez decidió “convertir el mal ajeno en propio”. Se
planteó ayudarlos. Pero todo conspiraba contra sus esfuerzos: la
desnutrición, la falta de libros, la manipulación de los partidos,
la indolencia del gobierno, la sordidez de la calle, la abulia de los
funcionarios, la televisión enajenante.
De este modo
fue comprendiendo que el principal causante de la pobreza era el
capitalismo neocolonial y que la solución era la acción política,
académica y cultural ejercida por el pueblo y sus poderes creadores
contra un sistema de ignominia en el cual el educador en vez de ser
agente de transformación se había convertido en marioneta de la
neocolonización, en reproductor del discurso de la antipatria.
Frente a esta situación solía repetir las palabras de Martí:
“Quien tenga Patria, que la honre y quien no tenga Patria, que la
conquiste”. Esa y no otra, agregaba, es la función del educador en
esta hora de América.
Así ejerció
Bigott la pedagogía: desde la sensibilidad y la pasión. Hoy y
siempre te recordaremos, maestro. Y “recordar” es la palabra
indicada porque sus raíces son “re” que significa “otra vez”,
y “cordar” que viene de “cordio”, que significa “corazón”.
Entonces recordarte es acercarte otra vez a nuestros corazones. Así
nunca olvidaremos que como lo decías “solo el amor engendra
maravillas”.
Hombre
comprometido con las causas de los pobres de la Tierra, militó
desde muy joven y a lo largo de toda su existencia, jugándose
incluso la vida, en organizaciones de la revolución
venezolana/bolivariana; y, como internacionalista solidario, colaboró
con varios procesos populares y nacionales de liberación dentro y
fuera de Nuestra América.
Estudiante
de educación vocacional e integral, cursó y culminó estudios para
ejercer la docencia en todos los niveles del sistema educativo
venezolano, en cada uno de los cuales llegó a desempeñarse en la
práctica antes de acceder a los estudios universitarios en
Educación, los cuales fueron precedidos por una pasantía temporal
por la Escuela de Biología y Química de la Universidad Central de
Venezuela (en adelante, UCV). Concluido su proceso de formación de
grado, ganó por concurso la Cátedra de Metodología de la
Investigación en la Escuela de Educación de su misma alma mater.
Académico
adscrito a un modelo de universidad popular autónoma al servicio de
la emancipación nacional y la transformación de la sociedad
venezolana, se desempeñó en todas las áreas del quehacer
universitario. Como investigador, realizó pesquisas formales en
torno a las microestructuras escolares, los sistemas educativos y la
crítica al positivismo.
En
la docencia, se inició como profesor instructor y se jubiló como
profesor titular, superando todos los escalafones intermedios
mediante trabajos de ascenso distinguidos con mención
publicación, y se desempeñó en las cátedras de Metodología
de la Investigación, Análisis de Microestructuras Educativas y
Análisis de Sistemas Educativos y Escolares. En la administración
académica llegó a ser Director de la Escuela de Educación de la
UCV, donde creó y coordinó los Estudios Universitarios Supervisados
como estrategia para vincular a la universidad con los sectores
populares venezolanos. Ya jubilado, continuó prestando servicio
primero, como Coordinador Académico y, más tarde, como Coordinador
(fundador) de la Unidad de Extensión de la Facultad de Humanidades y
Educación de la UCV.
Pionero
de la Educación Popular, la investigación alternativa y la metódica
del trabajo comunitario en su patria, su obra en esta área, poco
conocida en la región, constituye un aporte de obligada consulta y
referencia. En esta materia y sus temas conexos, el educador popular
Bigott lega al pasado, presente y futuro de este movimiento y
corriente pedagógica latinoamericanos, las siguientes obras:
-(1975).
El educador neocolonizado.Caracas: Editorial La Enseñanza
Viva. (Existen 10 ediciones incluyendo la primera de 1973).
-(1983).
La Revolución de los Chamos: La Educación en Nicaragua.
Managua: Ministerio de Educación de Nicaragua.
-(1991).
Educación para transformar. Caracas: Editorial Abre Brecha.
-(1992).
“La Educación Popular en América Latina”, en Encrucijada
educativa – Materiales del II Seminario Internacional de Pedagogía
Latinoamericana y Caribeña (Carúpano, Venezuela), pp. 13-62.
Caracas: Ediciones Los Heraldos Negros / Asociación de Educadores de
Latinoamérica y El Caribe.
-(1992).
Investigación Alternativa y Educación Popular en América
Latina. Caracas: Fondo Editorial Tropykos.
-(1992).
“Eso que llamamos Pedagogía”, en Contexto e educaçao, nº
26, pp. 7-14. Ijuí (RS-Brasil): Universidade de Ijuí.
-(1993).
“Una pedagogía para América Latina y El Caribe”, en Luis
Antonio Bigott, Escritos sobre Educación, pp. 11-23. Caracas:
Ediciones Los Heraldos Negros.
-(1993).
“Investigar para transformar”, en Luis Antonio Bigott, Escritos
sobre Educación, pp. 41-95. Caracas: Ediciones Los Heraldos
Negros.
-(1993).
Escritos sobre Educación. Caracas: Fondo Editorial Tropykos.
-(2003).
Redes Socio-Culturales (Investigación y Participación
Comunitaria). Caracas: Ediciones del Parlamento Andino. (Existen
3 ediciones).
-(2010).
Pedagogía de la Desneocolonización. Caracas: Fondo Editorial
del IPAS-ME.
-(2011). Plan
nacional de formación permanente de docentes universitarios - Notas
para el Módulo Cultura Universitaria. Caracas: Universidad
Bolivariana de Venezuela.
Humano
polifacético y sensible, fue un enamorado de las expresiones
artísticas de las culturas tradicionales y populares de Venezuela,
América Latina y el Caribe, a las estudió, protegió, promovió y
difundió tanto desde la esfera pública como desde la no
gubernamental. Notables son los estudios que publicó sobre las
artesanías venezolanas, la música de la Costa Atlántica de
Nicaragua, el bolero cubano, el canto popular margariteño y la
biografía del cantor del pueblo venezolano Alí Primera.
Agente
transformador de su contexto, produjo análisis críticos de la
realidad política y socioeducativa, de la historia educativa de
Venezuela, así como de las políticas públicas nacionales en
materia de educación y cultura, ámbito este último en el cual fue
activista, actor y autor protagónico participando, coordinando,
asesorando, fundando y dirigiendo cátedras, seminarios, organismos
públicos, organizaciones de educadores y escuelas universitarias.
Sabio
creativo de talante generoso y cooperativo, contribuyó asimismo,
directa o indirectamente, dentro y fuera de su país, en calidad de
proyectista y/o asesor, con la gestión pública de fundaciones,
direcciones ministeriales, ministerios de educación y cultura
(Nicaragua y Haití), comisiones parlamentarias (Parlamento Andino),
y de universidades de Ecuador, Cuba y su natal Venezuela, donde la
muerte lo sorprendió desempeñando el cargo de vicerrector académico
en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), creada en 2003 por
el presidente comandante Hugo Chávez Frías.
Persona
extraordinariamente afable y relacional, se vinculó y coordinó con
figuras cimeras de la educación y la política tanto en la región
como fuera de ella. Siendo director de la Escuela de Educación de la
UCV, a mediados de la década de 1980 gestionó y logró la primera y
única visita que Paulo Freire hizo a Venezuela. Gracias al amplio
relacionamiento internacional que cultivó, fue invitado en calidad
de profesor visitante a las Universidades Complutense de Madrid, San
Marcos de Lima, Universidad de Santo Domingo, Autónoma de Bogotá y
Universidad de Buenos Aires.
Escritor
y difusor prolífico, deja una cincuentena de obras escritas (algunas
aún no publicadas), conjunto que incluye sus trabajos académicos de
ascenso y su obra poética. Los numerosos artículos y entrevistas
publicados tanto en diarios como en revistas, así como su archivo
epistolar y las grabaciones audiovisuales en las que su pensamiento y
praxis quedaron registrados, aguardan por sistematización y oportuna
divulgación. Su tesis doctoral, iniciada años atrás en la
Universidad de Barcelona (España), que no alcanzó a defender ante
la Universidad Bolivariana de Venezuela, a pesar de que ya la había
concluido, incluye una completa autobiografía intelectual, que será
publicada en breve.
Para
ser fieles a la modestia esencial de su carácter, no nos referiremos
aquí en detalle a las numerosas distinciones universitarias y
editoriales, nacionales, regionales, locales, que le fueron
concedidas al maestro, la mayor parte de las veces sin previo aviso,
las cuales accedió a aceptar, casi en su totalidad, a regañadientes.
Bigott
creía en la formación de cuadros. Recientemente se fundó en
Barlovento la Escuela de Formación de Cuadros Afrodescendientes
“Luis A. Bigott”, organizado por la fundación barloventeña,
Juventud Revolucionaria Afrodescendiente (JRAV) con el objetivo de
fomentar el estudio de los procesos políticos locales, regionales,
nacionales, e internacionales para la transformación revolucionaria
en el marco del Proyecto Nacional Simón Bolívar.
Fue designado vicerrector de la UBV el 20 de enero de 2012 y desde 2015 venía trabajando en el Proyecto Barlovento, como zona estratégica productiva, desde la Universidad Politécnica Territorial “Argelia Laya”.
Fue designado vicerrector de la UBV el 20 de enero de 2012 y desde 2015 venía trabajando en el Proyecto Barlovento, como zona estratégica productiva, desde la Universidad Politécnica Territorial “Argelia Laya”.
El
pasado 25 de febrero falleció en Caracas a los 80 años de edad el
“maestro Bigott”, pedagogo y revolucionario venezolano
Finalmente,
no podemos cerrar esta semblanza sin mencionar lo que probablemente
sea su obra más importante: el maestro de maestros deja no
solo una familia amorosa, sino también una pléyade de camaradas,
colegas, discípulos, amigos, y hasta de adversarios, que lo admiran,
quieren y respetan, y que son la mejor garantía de la continuación
y difusión del legado que deja este humano extraordinario que ha
logrado trascender a la muerte gracias a una vida ejemplar,
productiva, consecuente y congruente. ¡Hasta siempre, maestro Luis
Antonio Bigott!
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