martes, 6 de noviembre de 2018

Luis Bigott



Luis Antonio Bigott


Creo que cuando se domina una técnica o se ha llegado al fin de una experiencia, hay que dejarlas para ir en busca de algo que se ignora. Esta es la clave para un buen educador.
Todas las ideas, aún las más respetables, son monedas de dos caras
y el educador que no logra advertirlo no trabajará nunca sobre la realidad sino sobre su fotografía. (Luis A. Bigott)

Maestro venezolano, pedagogo y militante revolucionario. Nació en la goleta “La Mano de Dios”, en un caño del gran Río Orinoco, el 7 de noviembre de 1938. Se vino a Caracas con su madre, Carlota, en 1950 cuando él apenas contaba con 15 años de edad. Resistió contra Marcos Pérez Jiménez desde la juventud de Acción Democrática y aprendió la disciplina en su tránsito por el Partido Comunista de Venezuela. De la escuelita rural de El Mácaro pasó al Instituto Pedagógico de Caracas y luego a la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela. Después llegó a la Escuela de Educación donde fundó la Asociación de Estudiantes de la Escuela de Educación.



Se maneja una iniciativa que se introducirá ante la Asamblea Nacional Constituyente

una propuesta para decretar el 7 de Noviembre como día de la pedagogía nacional.


Decía Unamuno que hay seres sin cuya presencia en este mundo “la humanidad quedaría incompleta”. Luis Bigott es uno de esos seres. Dedicó su vida a hacer el bien. Era un hombre sensible ante las penurias de los otros. Vivió una infancia pobre y muy rica en experiencias. Desde niño comprendió que como dijera Ignacio Martín Baró “hay verdades que sólo desde el sufrimiento o desde la atalaya crítica de las situaciones es posible descubrir”. Siempre insistía en que somos seres “sentipensantes”, personas que como decía Fals- Borda “combinamos en todo lo que hacemos razón y pasión, cuerpo y corazón”.

Por esos motivos, su primer trabajo como maestro lo quiso desempeñar en una escuela del interior del país, en el Mácaro estado Aragua. Daba clases a niños muy pobres. Eran 17 en total, de los cuales cinco iban descalzos. Y como él venía del mundo de la pobreza se identificaba con la pobreza de ellos. Siguiendo las enseñanzas de Simón Rodríguez decidió “convertir el mal ajeno en propio”. Se planteó ayudarlos. Pero todo conspiraba contra sus esfuerzos: la desnutrición, la falta de libros, la manipulación de los partidos, la indolencia del gobierno, la sordidez de la calle, la abulia de los funcionarios, la televisión enajenante.

De este modo fue comprendiendo que el principal causante de la pobreza era el capitalismo neocolonial y que la solución era la acción política, académica y cultural ejercida por el pueblo y sus poderes creadores contra un sistema de ignominia en el cual el educador en vez de ser agente de transformación se había convertido en marioneta de la neocolonización, en reproductor del discurso de la  antipatria. Frente a esta situación solía repetir las palabras de Martí: “Quien tenga Patria, que la honre y quien no tenga Patria, que la conquiste”. Esa y no otra, agregaba, es la función del educador en esta hora de América.

Así ejerció Bigott la pedagogía: desde la sensibilidad y la pasión. Hoy y siempre te recordaremos, maestro. Y “recordar” es la palabra indicada porque sus raíces son “re” que significa “otra vez”, y “cordar” que viene de “cordio”, que significa “corazón”. Entonces recordarte es acercarte otra vez a nuestros corazones. Así nunca olvidaremos que como lo decías “solo el amor engendra maravillas”.



Hombre comprometido con las causas de los pobres de la Tierra, militó desde muy joven y a lo largo de toda su existencia, jugándose incluso la vida, en organizaciones de la revolución venezolana/bolivariana; y, como internacionalista solidario, colaboró con varios procesos populares y nacionales de liberación dentro y fuera de Nuestra América.



Estudiante de educación vocacional e integral, cursó y culminó estudios para ejercer la docencia en todos los niveles del sistema educativo venezolano, en cada uno de los cuales llegó a desempeñarse en la práctica antes de acceder a los estudios universitarios en Educación, los cuales fueron precedidos por una pasantía temporal por la Escuela de Biología y Química de la Universidad Central de Venezuela (en adelante, UCV). Concluido su proceso de formación de grado, ganó por concurso la Cátedra de Metodología de la Investigación en la Escuela de Educación de su misma alma mater.



Académico adscrito a un modelo de universidad popular autónoma al servicio de la emancipación nacional y la transformación de la sociedad venezolana, se desempeñó en todas las áreas del quehacer universitario. Como investigador, realizó pesquisas formales en torno a las microestructuras escolares, los sistemas educativos y la crítica al positivismo.



En la docencia, se inició como profesor instructor y se jubiló como profesor titular, superando todos los escalafones intermedios mediante trabajos de ascenso distinguidos con mención publicación, y se desempeñó en las cátedras de Metodología de la Investigación, Análisis de Microestructuras Educativas y Análisis de Sistemas Educativos y Escolares. En la administración académica llegó a ser Director de la Escuela de Educación de la UCV, donde creó y coordinó los Estudios Universitarios Supervisados como estrategia para vincular a la universidad con los sectores populares venezolanos. Ya jubilado, continuó prestando servicio primero, como Coordinador Académico y, más tarde, como Coordinador (fundador) de la Unidad de Extensión de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV.



Pionero de la Educación Popular, la investigación alternativa y la metódica del trabajo comunitario en su patria, su obra en esta área, poco conocida en la región, constituye un aporte de obligada consulta y referencia. En esta materia y sus temas conexos, el educador popular Bigott lega al pasado, presente y futuro de este movimiento y corriente pedagógica latinoamericanos, las siguientes obras:



-(1975). El educador neocolonizado.Caracas: Editorial La Enseñanza Viva. (Existen 10 ediciones incluyendo la primera de 1973). 

-(1983). La Revolución de los Chamos: La Educación en Nicaragua. Managua: Ministerio de Educación de Nicaragua.

-(1991). Educación para transformar. Caracas: Editorial Abre Brecha.

-(1992). “La Educación Popular en América Latina”, en Encrucijada educativa – Materiales del II Seminario Internacional de Pedagogía Latinoamericana y Caribeña (Carúpano, Venezuela), pp. 13-62. Caracas: Ediciones Los Heraldos Negros / Asociación de Educadores de Latinoamérica y El Caribe. 

-(1992). Investigación Alternativa y Educación Popular en América Latina. Caracas: Fondo Editorial Tropykos. 

-(1992). “Eso que llamamos Pedagogía”, en Contexto e educaçao, nº 26, pp. 7-14. Ijuí (RS-Brasil): Universidade de Ijuí. 

-(1993). “Una pedagogía para América Latina y El Caribe”, en Luis Antonio Bigott, Escritos sobre Educación, pp. 11-23. Caracas: Ediciones Los Heraldos Negros. 

-(1993). “Investigar para transformar”, en Luis Antonio Bigott, Escritos sobre Educación, pp. 41-95. Caracas: Ediciones Los Heraldos Negros.

-(1993). Escritos sobre Educación. Caracas: Fondo Editorial Tropykos.

-(2003). Redes Socio-Culturales (Investigación y Participación Comunitaria). Caracas: Ediciones del Parlamento Andino. (Existen 3 ediciones). 

-(2010). Pedagogía de la Desneocolonización. Caracas: Fondo Editorial del IPAS-ME. 

-(2011). Plan nacional de formación permanente de docentes universitarios - Notas para el Módulo Cultura Universitaria. Caracas: Universidad Bolivariana de Venezuela. 



Humano polifacético y sensible, fue un enamorado de las expresiones artísticas de las culturas tradicionales y populares de Venezuela, América Latina y el Caribe, a las estudió, protegió, promovió y difundió tanto desde la esfera pública como desde la no gubernamental. Notables son los estudios que publicó sobre las artesanías venezolanas, la música de la Costa Atlántica de Nicaragua, el bolero cubano, el canto popular margariteño y la biografía del cantor del pueblo venezolano Alí Primera.



Agente transformador de su contexto, produjo análisis críticos de la realidad política y socioeducativa, de la historia educativa de Venezuela, así como de las políticas públicas nacionales en materia de educación y cultura, ámbito este último en el cual fue activista, actor y autor protagónico participando, coordinando, asesorando, fundando y dirigiendo cátedras, seminarios, organismos públicos, organizaciones de educadores y escuelas universitarias.



Sabio creativo de talante generoso y cooperativo, contribuyó asimismo, directa o indirectamente, dentro y fuera de su país, en calidad de proyectista y/o asesor, con la gestión pública de fundaciones, direcciones ministeriales, ministerios de educación y cultura (Nicaragua y Haití), comisiones parlamentarias (Parlamento Andino), y de universidades de Ecuador, Cuba y su natal Venezuela, donde la muerte lo sorprendió desempeñando el cargo de vicerrector académico en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), creada en 2003 por el presidente comandante Hugo Chávez Frías.



Persona extraordinariamente afable y relacional, se vinculó y coordinó con figuras cimeras de la educación y la política tanto en la región como fuera de ella. Siendo director de la Escuela de Educación de la UCV, a mediados de la década de 1980 gestionó y logró la primera y única visita que Paulo Freire hizo a Venezuela. Gracias al amplio relacionamiento internacional que cultivó, fue invitado en calidad de profesor visitante a las Universidades Complutense de Madrid, San Marcos de Lima, Universidad de Santo Domingo, Autónoma de Bogotá y Universidad de Buenos Aires.



Escritor y difusor prolífico, deja una cincuentena de obras escritas (algunas aún no publicadas), conjunto que incluye sus trabajos académicos de ascenso y su obra poética. Los numerosos artículos y entrevistas publicados tanto en diarios como en revistas, así como su archivo epistolar y las grabaciones audiovisuales en las que su pensamiento y praxis quedaron registrados, aguardan por sistematización y oportuna divulgación. Su tesis doctoral, iniciada años atrás en la Universidad de Barcelona (España), que no alcanzó a defender ante la Universidad Bolivariana de Venezuela, a pesar de que ya la había concluido, incluye una completa autobiografía intelectual, que será publicada en breve.



Para ser fieles a la modestia esencial de su carácter, no nos referiremos aquí en detalle a las numerosas distinciones universitarias y editoriales, nacionales, regionales, locales, que le fueron concedidas al maestro, la mayor parte de las veces sin previo aviso, las cuales accedió a aceptar, casi en su totalidad, a regañadientes.



Bigott creía en la formación de cuadros. Recientemente se fundó en Barlovento la Escuela de Formación de Cuadros Afrodescendientes “Luis A. Bigott”, organizado por la fundación barloventeña, Juventud Revolucionaria Afrodescendiente (JRAV) con el objetivo de fomentar el estudio de los procesos políticos locales, regionales, nacionales, e internacionales para la transformación revolucionaria en el marco del Proyecto Nacional Simón Bolívar.
 
Fue designado vicerrector de la UBV el 20 de enero de 2012 y desde 2015 venía trabajando en el Proyecto Barlovento, como zona estratégica productiva, desde la Universidad Politécnica Territorial “Argelia Laya”.
 
El pasado 25 de febrero falleció en Caracas a los 80 años de edad el “maestro Bigott”, pedagogo y revolucionario venezolano



Finalmente, no podemos cerrar esta semblanza sin mencionar lo que probablemente sea su obra más importante: el maestro de maestros deja no solo una familia amorosa, sino también una pléyade de camaradas, colegas, discípulos, amigos, y hasta de adversarios, que lo admiran, quieren y respetan, y que son la mejor garantía de la continuación y difusión del legado que deja este humano extraordinario que ha logrado trascender a la muerte gracias a una vida ejemplar, productiva, consecuente y congruente. ¡Hasta siempre, maestro Luis Antonio Bigott!




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