Fue un zambo venezolano. Lideró una fallida insurrección en busca del establecimiento de la República en el país y la eliminación de la esclavitud.
Aunque fue un hecho de carácter local, un levantamiento que obedeció a
una situación específica, propia de las condiciones sociales generadas
por la esclavitud, tuvo inspiración en las insurrecciones que tenían
lugar en Santo Domingo y también en la Revolución francesa.
El movimiento no se propagó más allá de una parte del occidente del
país, pero logró provocar una seria alteración del orden colonial en
Venezuela.
En 1795, el zambo José Leonardo Chirino lidera una rebelión contra las autoridades españolas en Coro.
En la fragmentada Venezuela de la época colonial, los centros de poder se repartían por regiones de la cual Caracas era solo un más, aunque detentara el título de Capitanía General.
Es así como en la sociedad coriana se discutían los acontecimientos históricos de la época con un nivel más propio de la capital y con personalidades ilustradas capaces de discernir los conocimientos locales y generales. Es así como las grandes familias, los Tellería, los Chirino, los Manzano por nombrar a los más relevantes, comentaban con frecuencia los sucesos e ideas revolucionarias.
Los negros, esclavos y libres, se contagiaron con esas ideas, y emocionados por el mensaje de redención que significaban las consignas de libertad, igualdad, sumadas a la fraternidad, que ellos tan bien conocían, comenzaron a debatir, alimentados en sus esperanzas por el mulato José Leonardo Chirino, quien termina encabezando una revuelta destinada a imponer la <<ley de los franceses>>; en la intención de destruir a sus opresores: el amo Tellería, los representantes del fisco y el gobierno colonial.
La revuelta se concreta el 10 de mayo de 1795 desde una hacienda llamada Macanillas. Esa misma noche, unidos negros y mulatos se declaran alzados, proclamando la libertad de los esclavos y la supresión de las alcabalas. En su avance, ejecutan al hacendado José Nicolás Martínez, saquean su casa y siguen la marcha rumbo a Coro, que pretenden tomar por asalto bajo el mando de Juan Cristóbal Acosta, pues Chirino se queda en la retaguardia para organizar otro grupo. Animaba éste a su gente con la prédica de que el dirigente de los loangos se alzaría en la ciudad en cuanto ellos se acercaran.
Los invasores son derrotados, Chirino es apresado, condenado a muerte y trasladado a Caracas, donde se cumple su ejecución. Su cabeza fue expuesta en una jaula en el camino a Coro y su mujer y sus dos hijos fueron vendidos como esclavos.
Este movimiento se considera como la génesis de la Independencia americana.
En la fragmentada Venezuela de la época colonial, los centros de poder se repartían por regiones de la cual Caracas era solo un más, aunque detentara el título de Capitanía General.
Es así como en la sociedad coriana se discutían los acontecimientos históricos de la época con un nivel más propio de la capital y con personalidades ilustradas capaces de discernir los conocimientos locales y generales. Es así como las grandes familias, los Tellería, los Chirino, los Manzano por nombrar a los más relevantes, comentaban con frecuencia los sucesos e ideas revolucionarias.
Los negros, esclavos y libres, se contagiaron con esas ideas, y emocionados por el mensaje de redención que significaban las consignas de libertad, igualdad, sumadas a la fraternidad, que ellos tan bien conocían, comenzaron a debatir, alimentados en sus esperanzas por el mulato José Leonardo Chirino, quien termina encabezando una revuelta destinada a imponer la <<ley de los franceses>>; en la intención de destruir a sus opresores: el amo Tellería, los representantes del fisco y el gobierno colonial.
La revuelta se concreta el 10 de mayo de 1795 desde una hacienda llamada Macanillas. Esa misma noche, unidos negros y mulatos se declaran alzados, proclamando la libertad de los esclavos y la supresión de las alcabalas. En su avance, ejecutan al hacendado José Nicolás Martínez, saquean su casa y siguen la marcha rumbo a Coro, que pretenden tomar por asalto bajo el mando de Juan Cristóbal Acosta, pues Chirino se queda en la retaguardia para organizar otro grupo. Animaba éste a su gente con la prédica de que el dirigente de los loangos se alzaría en la ciudad en cuanto ellos se acercaran.
Los invasores son derrotados, Chirino es apresado, condenado a muerte y trasladado a Caracas, donde se cumple su ejecución. Su cabeza fue expuesta en una jaula en el camino a Coro y su mujer y sus dos hijos fueron vendidos como esclavos.
Este movimiento se considera como la génesis de la Independencia americana.
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